Casa Marche, belleza infinita: por un regreso a las raíces geográficas, sociales y culturales

Loreto

Bienvenido de Italea Marche en Loreto, con desayuno en un bar histórico del centro con vistas a la plaza central, bar de una familia de argentinos que regresaron a Le Marche (tercera generación de emigrantes, principios del siglo XX) y que llevan más de veinte años instalados aquí, para un primer contacto directo con quienes han vivido en primera persona los «viajes de ida y vuelta».

Tras una breve visita guiada a la ciudad de Loreto, que alberga un importante santuario mariano y ha sido durante siglos destino de viajes espirituales de peregrinos de todo el mundo, podremos reunirnos con Don Sandro, (Director de la Comisión Regional de Migrantes, organismo que elabora anualmente el RIM Rapporto Italiani all’Estero) para obtener información actualizada sobre los flujos migratorios entrantes y salientes en la región de Le Marche y algunos testimonios de gran «impacto humano».

Después nos espera un almuerzo en un «punto de avituallamiento de peregrinos», justo fuera de las murallas de la ciudad, con platos típicos de esta zona de colinas, no muy lejos de la costa, que se puede admirar desde la imponente Puerta Marina de la ciudad.

 

Recanati

A continuación, cena en una taberna con platos típicos como los «piccicasanti», una especie de sopa pegajosa, y platos principales preparados producots locales y aceite de oliva virgen extra local.A primeras horas de la tarde nos desplazamos unos kilómetros hacia Recanati, la “ciudad balcón» situada entre la costa y el interior, que vio nacer a artistas famosos como el poeta G. Leopardi y el tenor B. Gigli y de la que partieron numerosos compatriotas a finales del siglo XIX y en la segunda mitad del XX (sobre todo de sus barrios del interior).

Aquí, las paradas culturales son inevitablemente diferentes (La Huerta sobre la Colina del Infinito FAI, con una visita guiada «dentro» de la poesía «L’Infinito», la plaza y la casa de Leopardi, la torre, el Museo B. Gigli, el Teatro Persiani), pero la parada principal será en Villa Colloredo Mels, sede de los Museos Cívicos con la Pinacoteca Comunale, cuya sección renacentista incluye cuatro de las obras más significativas de Lorenzo Lotto, y el MEMA – Museo dell’Emigrazione Marchigiana (Museo de la Emigración de Le Marche): aquí nos espera un itinerario especial, diseñado para reavivar esos profundos lazos que aún unen a la región de Le Marche con las comunidades de emigrantes de todo el mundo.

Se ofrece una experiencia emocionante e interactiva gracias a recursos multimediales como un tren con vagones que narra las historias de los emigrantes que abandonaron su región para ir hacia Argentina, Bélgica, Estados Unidos; fotos, diarios, memorias donadas al museo; historias conmovedoras que pueden escucharse desde el camarote de tercera clase de un transatlántico; búsqueda de los registros de viaje de familiares y amigos en una base de datos que contiene más de 5 millones de nombres.

Al final de la visita al museo, nos encontraremos con un equipo de la Escuela de Idiomas Campus Infinito / D.Alighieri que nos entretendrá con un simpático minicurso de dialecto y la recitación de algunos poemas famosos.

Pernoctación en un hotel céntrico, accesible y sostenible.

 

Montelupone

Le llevaremos a conocer un encantador pueblo medieval de la región de Le Marche, en la provincia de Macerata: museos, iglesias, vistas impresionantes, parques, edificios históricos, arte y naturaleza. Montelupone es uno de los pueblos más bonitos de Italia (Bandera Naranja), y conserva intacto su ambiente, lleno de belleza y experiencias por vivir.

Tras una breve mirada al Teatro Histórico, la visita continúa, acompañados por nuestros guías y lugareños «especiales» en el Museo Demostrativo Antropológico de Artesanía Antigua, en el sótano del Ayuntamiento, para ser catapultado al antiguo mundo rural y a los talleres de artesanos (herreros, carpinteros, zapateros…): máquinas de coser, herramientas agrícolas, un antiguo telar para procesar la lana, incluso una imprenta del siglo XIX y la reconstrucción de una escuela. Además, equipos para la producción de vino, fotos y grabados antiguos, refranes, canciones populares y canciones infantiles en dialecto. ¡Nos echarán de menos!

De hecho, Montelupone alberga un Taller de Raíces construido con la administración municipal y los artistas locales; después, habrá una degustación de la gran protagonista de la cocina local, la alcachofa de Montelupone, servida con aceite de oliva virgen extra, vino y pan de masa madre.

 

Macerata

Para el almuerzo nos trasladamos a Macerata, capital de la provincia del mismo nombre y sede de una de las universidades más antiguas del mundo, fundada en 1290.

Aquí, tras una comida rejuvenecedora a base de productos Km 0 y de temporada, visitamos los lugares más emblemáticos de este lugar, ¡donde turismo rima con belleza!

Los monumentos y museos son una hermosos (imprescindible el Museo de Carruajes), las iglesias un descubrimiento constante (imprescindible la Catedral) y los palacios nobiliarios una inmersión en la historia.

Nos deslizamos por las “piagge” (anchas escalinatas utilizadas originalmente para los caballos), entre la Piazza della Libertà y la Piazza Mazzini, los dos epicentros de la ciudad.

Nos despedimos de Macerata con una visita al Sferisterio, un estadio neoclásico en forma de arco, transformado en templo de la ópera, que cada año acoge una temporada de espectáculos excepcionales, que ofrecemos en la sección de eventos.

Visitas y excursiones opcionales: a pocos kilómetros se encuentran vastas extensiones de viñedos donde se cultiva y produce la célebre Vernaccia di Serrapetrona, un vino espumoso en los tipos seco y dulce.

Tolentino

La siguiente parada es Tolentino, donde no nos centraremos en su patrimonio cultural, que es igual de vasto, sino más bien en su patrimonio productivo, descubriendo algunas marcas de fama mundial y uno de los polos industriales de excelencia de la región.

Tras un café ofrecido por un fabricante líder de máquinas de café profesionales y altamente innovadoras, y una breve visita a sus instalaciones de producción, pasamos a la Museo Poltrona Frau, para conocer la memoria histórica colectiva del diseño de muebles y marroquinería de alta gama, la artesanía italiana atemporal y una cultura empresarial basada en el Patrimonio y la Sostenibilidad.

Abbadia di Fiastra, Urbisaglia

Nuestra propuesta es ir hacia Urbisaglia para un último día de relax al aire libre, donde para cenar, pasar la noche y despertar en la espléndida Reserva natural la Abadía de Fiastra: un área natural protegida situada en el corazón de la región de Le Marche y en el centro de la provincia de Macerata, donde se pueden experimentar los vínculos que desde siempre mantienen unidos el hombre al medio ambiente, encontrando numerosas especies vegetales y animales. Una reserva natural que también tiene un valor especial desde el punto de vista histórico y arquitectónico.

Almuerzo en una masía, donde también se pasará la noche.

A pocos kilómetros de la Abadía de Fiastra hay varias paradas importantes a tener en cuenta: Montappone, por ejemplo, un pequeño centro de núcleo medieval, reconocido mundialmente por la producción de sombreros, una tradición artesanal típica de la región (hay un taller dedicado a este arte para conocer en detalle las técnicas y versiones); o, yendo más hacia los Montes Sibilinos se encontrará con San Ginesio, Bandera Naranja y uno de los pueblos más bonitos de Italia que sin duda recomendamos no perderse.

Lago Fiastra y Lame Rosse

Ha llegado el momento de conocer las Lame Rosse (Cuchillas Rojas) de Fiastra, otro elemento del que se sentirá orgulloso, como «Marchigiano fuori patria» (fuera de su patria).

Si viene de Estados Unidos, encontrará similitudes con los grandes cañones norteamericanos, aunque a menor escala y rodeados de contextos decididamente diferentes a los que estará acostumbrado. En cambio, si es un viajero europeo, le sorprenderá tener «cerca» unas características paisajísticas tan singulares: estratificaciones rocosas en forma de pináculos y torres de gravas unidas por arcillas y limos, formadas por la erosión de los agentes atmosféricos. Se encuentran tras un paseo desde el lago de Fiastra, en la provincia de Macerata, y el río Fiastrone, que nace en el lago del mismo nombre, fluye bajo ellas.

El paseo, de ida y vuelta por el mismo sendero, es de aproximadamente 7 kilómetros, con un desnivel de 200 metros y un tiempo de marcha de unas tres horas, por lo que es apta para la mayoría de las personas.

La zona es especialmente pintoresca y varía entre largas extensiones de exuberante vegetación, breves atisbos del lago y un paisaje de cuento de hadas debido al típico color rojo. 

Regreso, cena y alojamiento en un agriturismo.